20 de marzo de 2009

Para roer un rato


Hay una gran hipocresía en el convencionalismo. Toda persona capaz de pensar se da cuenta de esta paradoja; pero a la gente convencional es conveniente tratarla como si no fuese hipócrita. No es una cuestión de fidelidad a los propios conceptos; es cuestión de llegar a una especie de pacto para poder seguir siendo un individuo sin la amenaza constante de las presiones convencionales.
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Es muy fácil no hacer caso de la lluvia cuando se lleva una gabardina. pero ¿cómo se sentiría si tuviera que ganarse el pan en las calles? ¿Sería tan indulgente con las gentes del pasado? Por supuesto que no. No hay nada más normal que sentir que los demás han tenido parte de culpa en nuestros fracasos, lo mismo que suele ser una reacción normal olvidar a quienes han contribuido en alguna medida a nuestros logros.


"A sangre fría" - Truman Capote

3 Fisgones morbosones:

Botica Pop dijo...

ese hombre sabía de lo que hablaba... ¿leiste la novela?

TeReSa dijo...

Sí, la releído un montón de veces..al igual que "Desayuno en Tiffany's", "Plegarias atendidas"..etc.

Anónimo dijo...

Llegamos a convenciones por diversos motivos. Unos simplemente son darle nombre a las cosas y usar entre todos los mismos nombres -y sus traducciones- para referirnos a lo mismo: Llamémosle uno al primer número, dos al que sigue, etc... eso aparenta ser inofensivo.

Pero asuntos más complejos, aunque solo sean nombrados con cuatro letras: dios, sexo, amor, rock... reciben montones de convencionalismos de muchos lugares y tiempos, hasta contradictorios dentro de nuestra lógica. Entonces, tal vez convenga usar la hipocresía, como al decir "respeto a tu dios pero el mío es el bueno", "yo, como tú, también sé que es el amor", etc... De hecho esa cortesía de aplicar esa hipocresía en el momento justo es otra convención. A final de cuentas todo se reduciría a comprar-vender dentro de las democracias.

Amor a la fidelidad no es tarea fácil, pues separa -como el odio- a quienes antes estuvieron juntos. Ser fiel al aceptar que no siempre eres fiel sin hipocresías, causa diversos problemas por salirse de las convenciones de moda.