24 de junio de 2019

El pobre rincón olvidado

Tomo mi computadora y mientras espero que se descarguen unos archivos, miro la ventana y se me ocurre escribir en el blog. No tengo ideas frescas más allá de los recuerdos que vuelven, aquellos  de cuando escribía al menos una vez a la semana, las fotos que compartía, los intentos de poemas...

El día está muy nublado y la lluvia caerá de un momento a otro, aun me sorprende la cantidad de agua torrencial porque sigo siendo parte del desierto norteño, aquel de los 40 grados. Diez años en esta ciudad y me sigo sintiendo extraña, conozco casi todas las calles, la comida, y su caos habitual, pero me mantengo aparte como si sintiera que regresaré un día cualquiera a las tolvaneras y no quisiera sentirme extraña entre la tierra y el sol quemante. 

Las gotas empiezan a caer y cierta melancolía se apodera de mi ánimo, es tiempo de reposar las ideas.




3 Fisgones morbosones:

Amapola Azzul dijo...

Transmiten nostalgia la fotografía y tus sentimientos .

Besos.

Alexander Strauffon dijo...

Cuestión de energía e inspiración.

Recomenzar dijo...

Me gusta lo que escribes y como lo escribes eres toda una rebelación para mi