31 de julio de 2012

Un lugar para cada cosa


Entre los recovecos de mi mente está el deseo de tener mi casa, es decir, el lugar ideal para llegar y sentir que todo está bien, que la angustia se queda afuera junto con los extraños que perturban mi descanso, unas paredes que no serán de encierro sino espacios para decorar con fotos, cuadros y una que otra telaraña (lo mío no es la manía por la limpieza), sacar mis libros de las cajas y -tal vez- comenzar a ya no tirar las cosas porque "pesan" demasiado. Después de todo, debe haber un lugar para repostar antes de comenzar mis andanzas.





6 Fisgones morbosones:

epistolario segun san alvaro dijo...

Todos queremos un hogar, más allá de una casa.

Martha C dijo...

Ay sí...♥

la MaLquEridA dijo...

Yo quiero una casa con jardín y una mecedora para sentarme a ver pasar a la gente y escribirles sus historias.



:)

TeReSa dijo...

Por ahora sólo tengo una casa, falta convertirla en un hogar.

Gracias por comentar!!!

VioletaJacaranda dijo...

Curioso, lo mismo andaba pensando yo estos días. En esta semana me mudo, y precisamente he estado tirando las cosas que pesan... eso de viajar ligero nunca ha sido lo mío.

TeReSa dijo...

*Sofía: Pues a mí nunca me ha gustado acumular cosas pues tiendo a deshacerme de lo material, tal vez confío demasiado en mi memoria.