25 de julio de 2011

Vínculos



Hace poco platicaba con unos parientes que viven en el DF y me decían qué estaban sorprendidos de cómo me he habituado y conocido la ciudad pues aun ellos dicen conocerla a medias, reconozco que he ido y venido por las calles, andando por lugares que incluso hasta a los locales les parecen peligrosos -supongo quela ignorancia es temeraria- y así fue que al andar caminando sin propósito me ha brindado oportunidades de experimentar la ciudad, reconocer su encanto y hasta cierta forma sentirme parte de ella, una nueva perspectiva de mí misma. También la he padecido y la soledad se volvió un poco más grande, igual sólo es un efecto óptico.

El tiempo que he vivido en México es relativamente poco, justo cuando creía que seguiría allí y hasta formalicé mi domicilio resulta que me tengo que ir. Tres meses después estoy en una nueva ciudad en la que ya soy parte del paisaje, hasta siento que algún día la voy a extrañar.

Algunas ciudades, como cajas envueltas bajo árboles de Navidad, encierran inesperados regalos, secretas delicias. Algunas ciudades siempre serán paquetes cerrados, receptéculos de enigmas que jamás resolverán ni notarán los turistas, ni siquiera los viajes más inquisitivos y persistentes. Para conocer tales ciudades, para desenvolverlas, por decirlo así, hay que nacer en ellas.

"Jardínes ocultos"- Música para camaleones
Truman Capote

2 Fisgones morbosones:

El Rulfiano dijo...

No hay nada mejor que convertirse en ciudadano del mundo, por lo menos del nuestro.
Me gustó mucho la cita de Truman Capote que incluiste al final de tu post, Teresa.
Un beso y un abrazo.

TeReSa dijo...

Exactoo...no importa a veces donde andes, mientras sepas quién eres cualquier lugar es bueno para vivir.

Capote es mi gurú jejeje.

Saluuu2!!