Despertaba después de una siesta en mi cuarto, la cortina estaba cerrada y aun así el sol se coló por un defecto del vidrio de la ventana y me brindó una singular alegría al mirar hacia la blanca pared anodina...La luz invisible se manifestable en delicados peces de colores.
14 de junio de 2011
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2 Fisgones morbosones:
Ese "defecto" saca la joya de lo ordinario. Lo bueno de lo efímero es que no aburre.
Fue el momento de despedida antes de que el sol se fuera a dormir.
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