Existen varios estilos de publicidad: graciosa, agresiva, motivantes, educativos, informativos y combinaciones entre ellas. Depende de cada mente colectiva e individual la publicidad que se aplica cuando se trata de un producto/servicio/idea en venta.
Hace tiempo, en España el caso de una mujer llamada Martha que se creía que estaba podeída por un demonio, se convulsionaba, hablaba lenguas extrañas, vociferaba contra dios y repelía el contacto con objetos sacros. Se hizo necesario la intervención del padre Antonio Fortea experto en cuestiones de exorcismos. Martha fue llevada a la iglesia y enfrente el altar se realizó el procedimiento para expulsar al demonio del cuerpo de la mujer. No fue fácil, y requirió más sesiones para lograr un avance, hasta que un día el padre oraba para encontrar la manera de rescatar a Martha y entonces escuchó una voz que salía de la boca de la poseída y que se pronunciaba a sí mismo como el Diablo, no un demonio menor, y fue cuando el sacerdote le exige que abandone el cuerpo de la mujer.
El Diablo explicó que él ya se quería ir pero era Dios quien no se lo permitía. Así que el cura le pregunta por qué haría Dios eso y el demonio responde: "Para que lo sepan".
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Interesante experiencia publicitaria -desde mi perspectiva- donde Dios utiliza para sus fines a su contraparte maligna y a una persona escogida al azar (?) para reafirmarse y continuar con la adoración que toda deidad necesita.
Siempre habrá oferta y demanda, pero un poco de mercadotecnia tampoco estorba.
Hace tiempo, en España el caso de una mujer llamada Martha que se creía que estaba podeída por un demonio, se convulsionaba, hablaba lenguas extrañas, vociferaba contra dios y repelía el contacto con objetos sacros. Se hizo necesario la intervención del padre Antonio Fortea experto en cuestiones de exorcismos. Martha fue llevada a la iglesia y enfrente el altar se realizó el procedimiento para expulsar al demonio del cuerpo de la mujer. No fue fácil, y requirió más sesiones para lograr un avance, hasta que un día el padre oraba para encontrar la manera de rescatar a Martha y entonces escuchó una voz que salía de la boca de la poseída y que se pronunciaba a sí mismo como el Diablo, no un demonio menor, y fue cuando el sacerdote le exige que abandone el cuerpo de la mujer.
El Diablo explicó que él ya se quería ir pero era Dios quien no se lo permitía. Así que el cura le pregunta por qué haría Dios eso y el demonio responde: "Para que lo sepan".
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Interesante experiencia publicitaria -desde mi perspectiva- donde Dios utiliza para sus fines a su contraparte maligna y a una persona escogida al azar (?) para reafirmarse y continuar con la adoración que toda deidad necesita.
Siempre habrá oferta y demanda, pero un poco de mercadotecnia tampoco estorba.
3 Fisgones morbosones:
Cuando uno sabe de antemano el propósito de toda publicidad y tiene el antecedente de la decepcion, le es más facil ignorarla por más extravagante que sea.
El negocio religioso está muy desproporcionado: Hay muy buenos vendedores pero malos compradores. Ese fenómeno deja la calidad del producto por los suelos...
Recuerdo en las cartas de la virgen de Fátima, algo así.." y todos deben convertirse a mi devoción, de otra manera haré de Rusia el instrumento de mi venganza". Esto fue allá por 1917, pero me llama la atención que una deidad utilice la palabra "venganza", creía que estaban por encima de esto.
salu2.
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