1 de marzo de 2009

Perra vida

Ese era uno de mis sueños, me parecía de los más tangibles...y ahora, me levanto por la mañana y leo en el periódico sobre esa matanza de perros y gatos que auspiciada por los vecinos la ejecutaron unos sicarios...sí, ya hay sicarios para animales.

Me sigue pareciendo una gran idea el poder cuidar a animales callejeros y/o enfermos, de esos que antes llamaban los inaudibles, y no es que crea que los humanos no necesitan atención sino que creo que es parte de un crecimiento integral de una comunidad el saber convivir y respetar a los seres vivos, veo a una conexión o reflejo de cierta etapa en que los humanos somos tan indefensos e ingenuos como un cachorro, aquellos individuos que son capaces de maltratar a un perro y/o gato están a un paso de hacerlo con niños o ancianos.

Que los vecinos se quejan de los malos olores, de los aullidos, de las moscas...Claro que es molesto porque la cantidad de perros reunidos en un solo lugar era inaceptable pero nadie ofrecía respuestas, los protectores de animales son vistos como egoístas en un país donde los niños se mueren de hambre y aquellos ocupándose de un simple perro. Pero hay que darnos cuenta que los animales tampoco son culpables de las omisiones de muchas personas (P.E. Papás que compran perros a sus niños y después terminan tirándolos o aún los que gustan de llevar a los hijos a los circos paupérrimos con animales moribundos).

Hasta ahora, me he conformado con llevar a mi casa a perros de la calle y un sinfín de gatos, muchos de ellos han sido envenenados como advertencia de lo que piensa una parte del mundo de los que se atreven a querer mostrar bondad.

6 Fisgones morbosones:

Anónimo dijo...

Tema difícil. Parece no aceptar mediciones, por ejemplo, cuántas personas hay que ayudar antes que ayudar a un perro o gato sin que te "falte ni sobre"? Y parto del hecho de que ambos, humano y bestia tendrían un alma ó de plano nadie. Tema difícil.

Eduardo Cabreado dijo...

Me recordaste a un mozo infeliz que al ver perros callejeros fuera de temporada de cirugías en la Facultad mataba horriblemente a cualquier intruso en las instalaciones...no se la acabó el cabrón cuando todos nos quejamos.

Vartan dijo...

Hay una encíclica papal del siglo XVI cuya tesis es: Los animales no tienen alma, y han sido puestos aqui para uso del hombre como rey de la creación. Papal dixit.

El problema es la neurosis de nuestros tiempos que la reflejamos hacia ellos: los matamos salvajemente, hacemos experimentos , practicas de medicina, los atropellamos sin ningun remordimiento, los hacemos tacos, cuasi sublimizamos la zoofilia, etc.

Anónimo dijo...

Los antiguos primero comprendieron los números naturales 1,2,3... Luego por las restas los enteros 0,-1,-2... Luego por las divisiones los racionales 1/2, 15.23, 355/113... Luego por las raíces y el álgebra muchos más, irracionales, imaginarios, complejos, transcendentales.

Ya en el siglo XVI se sabía mucho de ellos y resulta curioso y aburrido que se siga usando sólo el cero y el uno para muchas cosas. Los ateos usan el cero para contar sus "dioses" mientras los creyentes más poderosos del siglo XXI usan el uno para contar los "suyos"... El mismo viejo par se usa para contar "almas". Pero hay más números que se pueden utilizar para por ejemplo ponerles número de almas a los hombres y animales diferentes a cero o uno... Entonces un animal con número de almas igual a 0.4 pudiera estar mucho más cercano de lo que pudieramos creer de un humano con número de almas igual a 0.5 (empate técnico dirían algunos). El tamaño de un cerebro indicaría una cosa -mera energía potencial-, pero su contenido otra -energía cinética-.

TeReSa dijo...

Esos seres sin alma nos superan muchas veces...

como la del perrito filmado rescatando a su "amigo" atropellado.

Anónimo dijo...

Supongamos que algunos tienen un (sic) alma ¿Siempre tendría que ser lo anterior bueno? Supongamos que otros no tienen alma ¿Eso tendría que ser siempre malo? En cambio que tal si alguien tiene 0.1 almas, otro tiene 0.55, otro 1.33, otro -4, etc... Ah! entonces ya se pueden comparar (por lo pronto y por lo menos) y explicar ciertas cosas perrunas.

Igual pronto habrían robots con almas sintéticas, algunas avant-gard otras chafas de taiwan, comparables por el momento. Por último y últimamente, el "bien" y el "mal" no se pueden comparar entre sí (algunos le llaman pluralidad) por lo que necesitarían algo más que los números conocidos para catalogarlos y ponernos de acuerdo, si es que vale la pena ponerse de acuerdo.