Llenamos el caldero de risas y salero,
con trajes de caricias rellenamos el ropero.
Hicimos el aliño de sueños y de niños,
pintamos en el cielo la bandera del cariño.
Las cosas se complican,
si el afecto se limita a los momentos de pasión.
Subimos la montaña de riñas y batallas,
vencimos al orgullo sopesando las palabras.
Pasamos por los puentes de celos y de historias,
prohibimos a la mente confundirse con memorias.
Nadamos por las olas de la inercia y la rutina,
con la ayuda del amor.
Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos,
allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos.
No te sueltes la mano que el viaje es infinito,
y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo,
y llegará el momento que las almas
se confundan en un mismo corazón...
* * * * * * *
Sé bien que hay mejores canciones o mejores letras pero este tema en especial (escrito por Nacho Cano) me gustó debido a que parece que habla en pasado, ... pero mi interpretación personal es que habla del presente y la manera en que se debe conservar el amor día a día e inclusive cuando menciona "moriremos juntos" le doy la interpretación de cuando llega el fin del amor y sí, cada quien seguirá con sus asuntos volviendo de vez en cuando a volcar el corazón y recordar, y en el mejor de los casos suceda la descripción de la última estrofa.
1 Fisgones morbosones:
Ya supe cual es la canción. El lenguaje tiene limitantes -en su diseño- que permiten el "doble sentido", los autores quizá lo usan a propósito. Así, las conjugaciones Llenamos, pintamos... son ambiguas para el presente o pasado: Tanto llenamos ayer como llenamos hoy. Pero otras conjugaciones como hicimos ya no son del presente: hacemos hoy e hicimos ayer. Entonces vivimos siempre juntos no nos dá información de tiempo y nos permite darle un sentido más amplio a las letras.
Me pregunto si las limitantes de otros diseños aparte de los lenguajes crean ambiguedad que mantenga felices a dos grupos diferentes al mismo tiempo, como aquí los que prefieren que se refiera al pasado ó al presente una misma canción.
Quizás la verdad absoluta no necesite del juego de la interpretación, que es lo que mejor creemos hacer ó por lo menos, lo único interesante que acostumbramos día a día.
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