16 de febrero de 2009

Hold on...


[...] Verás que no eres la única persona a la que la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y animará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si así lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía.


"El guardián entre el centeno" - J.D. Salinger


Coincido con Salinger, hermoso...también él habla del placer de vivir al borde del abismo.

2 Fisgones morbosones:

Anónimo dijo...

Por costumbre, a quienes explican las cosas con alegorías materiales, les llaman materialistas. Irónicamente los mejores materialistas descubrieron metódicamente que hay cosas inmateriales pero tan alejadas del sentido común que han tenido que dedicarles refugio, dado que los no-materialistas huyen del no-sentido-común ó por lo menos, no lo dedican una metodología que verdaderamente deje huella.

La conducta humana se parece confundir, asustar y asquear cuando en sí la conducta humana consiste de confusiones, miedos, ascos y muchas cosas más. Sí, la conducta humana quiere operar con sus propios contenidos quizás por la confusión, el miedo y el asco con que está formada.

La conducta humana también sufre porque la conducta humana (y animal) está formada en parte por sufrimiento. Curiosamente ese sufrimiento parece disminuir si es compartido por otros sufrientes... y ese sufrir se parecería aliviar al reproducirse como conejos para rodearnos de sufrientes que fácilmente nos ganarán a sufrir y por ende nuestro propio sufrimiento irá a la baja.

Pero cuando nos despertamos solos en la noche y la tranquilidad nos permite recordar sin interrupciones, nos puede venir una depresión por recordar que tanto intento por no sufrir y no hacer sufrir a quienes queremos -por ayudarnos a no sufrir- llegarán a un fin. No comprendemos en ese momento que después de irnos no podremos sufrir porque no podremos recordar el sufrimiento.

Confundirse, asustarse y asquearse son hasta cierto punto necesarios para evolucionar, porque si ya no lo necesitaramos, seríamos perfectos inconfundibles y tolerantes al peligro y a la imperfección.

TeReSa dijo...

No le entendí....


Falso: me gustaron tus palabras.

Verdad: Lo tuve que leer 3 veces.



Falla mi controladora SCSI