2 de enero de 2009

El privilegio


Tengo el privilegio de ser de Clase media,

sí, aquellos a los que todo les pasa y nada les afecta porque estamos entretenidos en ver el futbol en televisión de paga pero compramos ropa en los mercaditos de segunda mano.


Nuestra mejor herramienta es la credencial del IFE que demuestra nuestra identidad esclava cuando queremos que nos acepten la solicitud de crédito en el centro comercial, ahhh...que rica sensación de estrenar algo que se pagará en abonos interminables, nuestros caprichitos lucidos mientras desfilamos -heladito en mano, pues es lo más barato- en las pasarelas de los artificiosos malls.


Somos de la clase económica que busca que los hijos estudien una carrera que les permita sobajar a los que no tienen esa chance. Rechazamos con vehemencia a los que son de barro y viven en la inmundicia para emular a los que son de porcelana y viven en la inmundicia. Buscamos la pureza racial comprando perritos con chip y pedigree, es que como todo se parece a su dueño!


Qué coraje es cuando vemos el cínico latrocinio de los políticos pero qué malditos son al no incluirnos en su planilla, eso sí es humillante.Pero vénganse para acá los tinacos, la leche y el impermeabilizante. Es cuestión de esperar qué más regala el gobierno para ahoría sí vivir como ricos.


Pero entre lo mejor es que no somos adefesios, pertenecemos al promedio -ni muy-muy ni tan-tan...a nosotros no nos hacen redadas ni balaceras en nuestros barrios; eso solamente ocurre con los muy pobres o los muy ricos.

4 Fisgones morbosones:

Anónimo dijo...

Si usas el caprichoso azar nos encontrarás el 86% de las veces. Para hacerle creer a los demás que ganamos más, al principio pedimos crédito a escondidas. Después descubrimos que los bancos al lanzar publicidad a las masas evidencian que tienen muchos clientes como nosotros y voila! se nos quita de repente la pena de pedir y reincidir. Eso provoca un giro en el mercado.

Al igual que los bancos las iglesias se abarrotan ciertos días "de corte" para pagar los pecados atrasados -deleitarse con el corredero de nalgas ahí no cuenta, por simplicidad-. La chusma nos reconforta, basta un envenenado deveras por el sistema, para que el pueblo "haga bronca" y sentiremos que será para proteger nuestra salud. Sí, nos creemos importantes, si Dios nos oiría, ¿cuánto más el sistema tambien? Está mucho más cerca... Cosa rara es buscar dentro del rebaño al más lento y publicarlo -este blog hace el intento-, para así poder medir la velocidad de avance y apretar el paso realmente, ó cambiar el rumbo ó tocar retirada... Pero eso es trabajo para la cabeza de pastores y lobos -que no pertenecen al grupo por definición-.

Bueno, el buen guía es buen actor y aplica los rudimentos de la estadística día a día a "su" rebaño. Primero los vemos en cine y TV y luego en oficinas de gobierno, a veces al revés... No necesitan ni ser veterinarios ni psicólogos de rumiantes, sólo intentar "ver por el grupo" y no desfallecer. Tampoco hay que cantar victoria Victoria, la clase media queda enmedio de los fuegos cruzados.

Vartan dijo...

"Rechazamos con vehemencia a los que son de barro y viven en la inmundicia para emular a los que son de porcelana y viven en la inmundicia".

Exquisita frase. Sarcástica, Lapidaria, e irrefutable.

Vartan dijo...

Casualmente hojeaba una revista en Wallmart y encontré esto:

Aristóteles , Grecia en el siglo IV a.c. se caracterizó por la grave crisis social, política, y económica, cuya causa fue la injusta distribución de la riqueza y la desaparición de la clase media. Mientras Platón proponía como solución el comunismo, Aristóteles pensaba que debía buscar el equilibrio de la ciudad de Atenas mediante el reestablecimiento de la clase media, que había sido tan pujante el siglo anterior. Creía que con el advenimiento de la clase media terminaria el desequilibrio político y las encarnizadas luchas sociales.

Eurìpides, en Las Suplicantes: "Hay tres clases de hombres en la ciudad: primero, los ricos: inútiles y siempre ansiando con ardor aumentar sus caudales; luego los pobres, que aun de lo necesario para la vida, están faltos. Fácil presa de las malas doctrinas. Peligrosos, porque crían odio en sus almas y seducidos por otros, se abalanzan contra los que tienen bienes. De estas tres clases, es la media la que salva a las ciudades. Guarda el recto orden y salva a la comunidad.

TeReSa dijo...

Creo que me explican el otro lado de la clase media...

Hablando de libros, también
en "1984" hablan de la clase media como parte de la solución al problema pero en la realidad es difícil que ésta se comprometa a la lucha puesto que perderían su estatus (posesiones) y demás logros que ha conseguido para convertirse en clase alta.