5 de septiembre de 2008

Sometimiento oficial

Tenemos miedo, estamos desesperado, somos cobardes y débiles, somos perezosos mental y físicamente porque estamos fatigados por ser las bestias de carga para un sistema que se alimenta de nuestras pueriles ilusiones… ¿podríamos aceptar eso al menos? Nos hemos entregado al opresor, hemos abrazado las rodillas del órgano de represión y manutención de una clase social que nos explota y que crea las condiciones para este degenere social… pareciera que definitivamente no somos capaces de aceptar que lo que ha causado tanta inseguridad, tanto crimen, tanta decadencia, es la anacrónica permanencia de una clase opulenta y ociosa a costa de una clase de hormigas y camellos ¿Y ahora queremos un retroceso en la historia humana?
AHORA VEMOS CÓMO QUIENES EXIGEN EL CUMPLIMIENTO DE LA LEGALIDAD, DE LA JUSTA CONVIVENCIA, SE UNEN A LOS QUE LAS ROMPEN; Y HASTA SE LOS CELEBRAMOS ¿de qué se trata? ¿de entregarnos sin pudor ni recato a un órgano represor por excelencia que se ha envestido con desplantes de salvador? ¿de bajarnos los pantalones y empinarnos para ahorrarles tiempo en nuestra vejación? ¿de darles más armas para que nos sigan sometiendo? ¿EN VERDAD SOMOS TAN CÁNDIDOS COMO PARA CREER QUE LOS ABUSOS Y EL SADISMO TENDRÁN SOLO COMO DESTINATARIOS A LOS DELINCUENTES? ¿en verdad somos tan brutos? Entonces nos merecemos lo que viene… un fascismo de época. Estamos tan desamparados que nos ofrecemos hincados a cualquier personaje que con su máscara de salvador nos insinúe la resolución de lo mismo que provoca para aterrorizarnos.
¿MANO DURA CONTRA LA DELINCUENCIA? Puñetones… entonces deberíamos empezar por sentenciar y fusilar a los que han propiciado este zoológico. Nuestra cobardía y estupidez para aceptar que el trasfondo de este desmadrito de los secuestros, de las drogas y de los demás ‘cocos’ que nos vende este aparato de sometimiento que son nuestras instituciones, viene a ser resultado de la desfachatada desigualdad social generada por un puñado de rapaces que viven en la opulencia generando una pobreza no solo material, sino espiritual, de principios y de carácter –y que si aunamos lo anterior a la eterna angustia existencial que nos ensartan al vendernos su molicie, que es, concomitantemente, imposible de alcanzar, lograremos una mejor visión del peligro a la salud mental que supondría aceptarnos en dada humillante situación-.
Personalmente me parece menos crimen retener a una persona –o cien- contra su voluntad, aspirando al ‘sueño-americano’; que lo que se hace para seguir con la mesa servida, esto es, promover y provocar la pobreza, la desnutrición, la agonía, la estulticia y la explotación de millones de mexicanos, por más imbéciles y lame-huevos que estos sean, y que para hacerlo se use a los organismos ‘democráticos’ –ja!- que se han implementado… y lo que es más triste… creámoslo: si los secuestrados fueran prietitos –como son regularmente los presos políticos- ni quien dijera nada… lo que hay que entender es que el secuestro es una manifestación torcida y viciada de la revancha de los jodidos contra los que-tienen… o los wannabe…
Extraído de los foros Laguna 2000, escrito por el usuario roquentin.

2 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Yo a eso le agregaría que no sólo es culpa de los de arriba, también es de los mediocres intermedios y los jodidos de abajo por pasivos y por ver más allá de una necesidad básica respectivamente.
Todos como sociedad tenemos la culpa, no hay un victimario grande a quién realmente descargarle toda nuestra ira ciudadana, cuando en realidad somos un montón de cangrejos moribundos luchando entre sí por escapar de la olla de agua hirviendo en lugar de trabajar parejo como especie.

¡Saludines!

TeReSa dijo...

Siempre ha sido así, sean ricos o pobres, hay miserables.