6 de septiembre de 2014

Vaivén

Los vaivenes del día evitan que me sofoque: mi existencia pende entre lo conocido y lo que ignoro. Muchos de mis temores se han ido y puedo decir que me he autodestruido para reconstruirme las veces que sean necesarias. Como esos bosques que necesitan incendiarse para hacer brotar las semillas de su dura coraza.

He aprendido que preocuparme no sirve de mucho y acepto que no soy el remedio contra los males del mundo pero sé que lo que hago es una forma que tengo para conocerme y saber cuándo la vida es una mierda o una delicia. 



1 Fisgones morbosones:

Alexander Strauffon dijo...

El abrazar por completo el resultado de las cadenas de eventos, orientado a la sublimación. Así es. O dicho sea de forma más simple: Hakuna Matata. ¡Ja!