Nunca falta alguien así...

No lo considero una debilidad pero he aprendido a limitar mi confianza hacia los demás, cuando conozco a alguien tiendo a creer en la buena voluntad de esa persona y un ejemplo de ello es que trato de no dejarme llevar por los chismes que digan de él/ella, en particular cuando son cosas negativas, si bien tengo cierta facilidad para darme cuenta rápido de cómo son realmente y en dado caso alejarme de esa gente. Continuo mi camino y dejo que salgan del mío, la mayoría de las veces funciona.

Cabe decir que la excepción ha sido una compañera de trabajo, sin exagerar me la describieron como "una mierda", aunque estaba al tanto de lo que comentaban de ella me hice a la idea de que mientras a mí no me hiciera nada estaba todo tranquilo de mi parte hasta que por razones laborales conviví más con ella y empecé a notar su forma zalamera de comportarse, lo que comúnmente llamamos mosca muerta, siempre hablando pestes de los demás y tratando de embaucar con sus intenciones supuestamente sinceras de amistad. 

Creo que todo empeoró cuando un compañero (amigo de ella) de plano me cantó sus pretensiones de salir conmigo -algo que rechacé-, sin embargo esta chava en una especie de celos o qué se yo sacó a relucir su verdadero YO mediante chismes creados por ella intentando hacerme daño hablando mal de mí con quien quisiera escucharla. La verdad, parte de mi ser le daría un buen golpe pero me detiene el pensar que lo que busca es perjudicarme y a pesar de todo he notado que ya no me importa lo que diga su boca venenosa pues he notado que el nivel de envidia que tiene hacia los demás es la base de su autoestima así que decidí que la mejor respuesta a esa calumnias es el silencio.

Mas aun me siento orgullosa de las personas que confían en mí y me ayudan a fortalecer el espíritu. No soy budista ni tampoco pongo la otra mejilla, pero todo tiene un significado y hay que agradecer la experiencia adquirida.