Sopa de médula (erizada)

Fin de semana al estilo forever alone: viendo películas sola en casa. Iba a salir pero me encontré más a gusto echada en mi cama y con muchos megabytes de video, llegué a la conclusión de que existen elementos de cómo generar suspenso en el cine porque creo que cada vez somos más cínicos así que realmente desconozco qué debería tener una película para que de miedo/pánico pues la mayoría está basada en el sorpresa y los litros de sangre chorreando por la pantalla. 

Aquello del miedo me recordó un capítulo de la serie "¿Le temes a la oscuridad?" en donde un cocinero servía una sopa de sabor peculiar pero que nadie sabía cuál era el ingrediente secreto, éste consistía en encerrar a alguien en cuarto con la estatua de un demonio que podía determinar cuál era el temor más fuerte de la persona y ya logrado el efecto el miedo ajeno era destilado como condimento para otros. 

Eso es más de fantasía, pero en las películas se basan más en elementos reales con lo que te puedes topar en un situación determinada. En lo que a mí  respecta noto que se repiten las fórmulas, por ejemplo:

Las zonas industriales son de lo más tétrico (ya no es correr en un bosque).

Las calles lucen vacías ni un carro pasa, hasta el metro va solo.

Las protagonistas gritan siempre igual.

El malo resiste sobrehumanamente las heridas.

En la cocina siempre hay un cuchillo enorme a la mano.

Matan al que trata de ayudar (policía, amigo, extraño.)

Las luces de halógeno siempre zumban y parpadean.

Goteras y las pisadas con tacones resuenan como si tuviera un  super woofer.

Las pelis del tipo “Found Footage” muestran que hay que maniáticos que graban todo.

Los muñecos –más si son antiguos- dan miedito.

La casa del malo tiende a ser ordenada o un caos.

La policía entrevista al asesino y los convence de su inocencia.

La canción “Good bye horses” ya me da escalofríos.