26 de abril de 2013

Hasta ahí quedó


Basta un poco de reflexión para darse cuenta que la ciudad en la que crecí se ha quedado atascada en los ánimos de crecimiento y desarrollo que tenían hace más de 100 años. Torreón aspiraba a competir con Monterrey, entre la presunción e inocencia por parte del Gobierno y habitantes soñábamos en ser reconocidos como algo más que la copia mal hecha de la capital neoleonesa. 

Nos decían que teníamos motivos para sentirnos orgullosos pero cada factor relevante tenía sus consecuencias, por ejemplo: La Laguna como la cuna de la Revolución por eso la herencia priísta y su "voto duro", el establecimiento de la empresa minera Met-Mex Peñoles y los casos de envenenamiento por plomo y contaminación ambiental, la sede de Lala Lácteos con sus establos y la sobre explotación de los acuíferos, los inmigrantes extranjeros convertidos en la oligarquía y sus ideas feudales, así como la ubicación estratégica de la ciudad que fomentaba el comercio ahora se convirtió en zona disputada entre los narcotraficantes.

No quiero decir que todas las empresas son los malos del cuento, sino que la región se vio sobrepasada por los problemas que nosotros mismos generábamos, nuestra identidad se basada en lo que los abuelos creyeron que era mejor, es decir, la estabilidad económica, lo demás podría comprarse cuando se requiriera. En  el tiempo que viví en Torreón -y todas las veces que regreso- he notado que no existe tal un sentimiento de arraigo sólo una que otra idea chauvinista de que somos los mejores recordando épocas y glorias pasadas; leí una vez que hasta la incultura es parte de la cultura de una ciudad y por desgracia esta sentencia le queda bien a Torreón y el área metropolitana.

Sé que puedo parecer muy dura al describir esta urbe como algo caótico y sin rumbo, pero es que me duele ver el detrimento cada aspecto empezando por la nula capacidad de gobernar del presidente municipal aunado a la apatía generalizada de la población, aderezado todo esto por el desempleo, la inseguridad, la escasez de agua y cualquier otro problema que por pequeño que parezca crece por el simple motivo de que nadie está dispuesto a resolverlo.

El lema de la ciudad es "Y vencimos al desierto" palabras que quisieron fomentar un orgullo de vencedores pero ahora el desierto se ha adueñado de cada rincón sin embargo no es con arena y mezquites, sino con calles solitarias por temor a morir en un tiroteo, muchos negocios clausuraron por las extorsiones, la oferta cultural  y de ocio se han vuelto aun más limitadas estrechando las miras de la población que se está acostumbrando a enclaustrarse para que en las tertulias se hable casi por obligación sobre muerto, no falta la mención de las atrocidades cometidas de los policías o los delincuentes y otras de los políticos.

Creo que esta ciudad fue como un niño prematuro que vivió a pesar de todo, pero sus funciones vitales no dieron para más, existió la ilusión pero hasta ahí.




3 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Quiero pensar que las desgracias que están pasando son el catalizador para cambiar de ideología y buscar un nuevo rumbo, pero como dices, tristemente vamos por el lado opuesto a donde deberíamos ir. Jovenes que encuentran más atractiva la idea de unirse a un cartel, profesionistas que con tal de ganarse la mitad de lo que deberían ganar renuncian a sus sueños, y esa persistencia nuestra de doparnos hasta morir con futbol, cervezas y esa delirio de grandeza que dista ya mucho de la realidad.

No por nada la fuga de cerebros de esta ciudad está a todo lo que da.

la MaLquEridA dijo...

Torreón si compite con Nuevo Leon pero en cuanto a balaceras según la televisión. ¿En donde se perdió el rumbo? Al igual que mi estado, estamos jodidos e inmersos en la podredumbre en la que hemos aprendido a respirar.

Aseret dijo...

*Eduardo Cabreado: A nadie se le pide ser mártir de las circunstancias, pero es más que justificable la fuga de cerebros. Sólo queda la idea que cada quien lleva agua a su molino.

*Malquerida: No sé si alguna vez existió un rumbo, demasiada improvisación, era como querer navegar en el mar con una balsa.

Saludos!!