13 de octubre de 2012

Solimar

Hermosillo, con sus casi 50°C no podía estar tan castigado, en menos de una hora de camino te encuentras con Bahía de Kino y no sólo basta con admirar el mar y los hermosos atardeceres en estas latitudes, bordeando el asfalto te topas con los imponentes sahuaros y órganos forman un ejército de gigantes de múltiples brazos que te saludan al pasar.







Isla Tiburón






3 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Lo curioso de nosotros que vivimos en el desierto es que igual que la gente que no está habituada a nuestro medio, renegamos del calor, de la ausencia de vegetación perenne y de la abundancia de tierra por done veamos.
No es hasta que aprecias la sombra de un mezquite, las flores en las xerofitas o esa fauna que maravillosamente encuentra sustento y refugio en los matorrales espinosos cuando le encuentras su lado bonito.

Aseret dijo...

*Eduardo: El desierto es tan bonito, su belleza es sólo para quienes saben mirar.

Saludos...

reptilio dijo...

hasta dan ganas de ponerse a nadar