Me disgusta cuando en la caja de algún centro comercial te dicen el total y automáticamente redondean la cifra a beneficio de la tienda, sé que nuestros devaluados centavos están casi fuera de circulación pues resultan engorrosas esas moneditas a nivel de finanzas personales, pero de cierta manera a los almacenes les resulta redituable hacerse de dinero sin que el comprador se haya llevado algún artículo. Justo ayer en la tienda Ley pagué mi compra y fueron $55.50 pagué con un billete de $100 y la cajera me devolvió $44 y sin más se clavó los 50 centavos, se lo señalé e impávida responde que no tiene monedas menores a $1, tercamente le indiqué que entonces me diera $45 por lo que parece que tuvo conflicto neuronal y responde que nadie reclama los centavos, hice mi expresión de fastidio y sólo le dije que le hace el trabajo sucio a la gente que mal le paga (casi le digo sus explotadores) pues todavía le pasaría por alto el robo hormiga si se lo quedara ella y alivianara su quincena, o que los centavitos "no reclamados" en el día se los dieran como paga a los empacadores ancianos...
En fin, pero supongo que así no son los negocios y ambas partes somos centaveras. Para acabarla de amolar, cuando voy saliendo de la tienda suena la alarma de los arcos antirrobo, ya ni me detuve sólo volteé a ver al anodino guardia y pensé que trataría inútilmente de ganar el voto de confianza de sus patrones, caminaba hacia mí cuando le llamaron para que fuese a juntar todos los carritos mal puestos.
De cualquier forma, prefiero pagar siempre o la mayoría de las veces con mi tarjeta de débito para que mi dinero con sus centavos imaginarios quede a mi favor y evitar situaciones así. Y todavía me piden que compre un boleto para ayudar a los niños con cáncer.
En fin, pero supongo que así no son los negocios y ambas partes somos centaveras. Para acabarla de amolar, cuando voy saliendo de la tienda suena la alarma de los arcos antirrobo, ya ni me detuve sólo volteé a ver al anodino guardia y pensé que trataría inútilmente de ganar el voto de confianza de sus patrones, caminaba hacia mí cuando le llamaron para que fuese a juntar todos los carritos mal puestos.
De cualquier forma, prefiero pagar siempre o la mayoría de las veces con mi tarjeta de débito para que mi dinero con sus centavos imaginarios quede a mi favor y evitar situaciones así. Y todavía me piden que compre un boleto para ayudar a los niños con cáncer.
2 Fisgones morbosones:
De no ser que la verdulería tiene origen de hortalizas regadas por aguas negras, haría siempre mis compras en el mercado juarez o en abastos con tal de evitar ese pequeño gran inconveniente.
Se pierde el arte del regateo en los mercados... :)
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