24 de noviembre de 2011

Detritus

El miedo nos ha sometido por siglos y todo aquello que atente contra la rutina o el cambio es rechazado como una condicionante innata al mexicano, a pesar de que el presente sea tan desastroso pero parece que el lema que la masa lleva tatuado es "más vale malo conocido que bueno por conocer", un ideal irónico y más cuando supuestamente nos duele y afecta la realidad en la que vivimos, ejemplos tenemos de sobra y ahora que se vienen las elecciones presidenciales muchos votarán por lo mismo y por los mismos, más que propuestas la gente se aletarga con sofismas que le hacen creer que hizo lo correcto o al menos ya saben a qué atenerse.

El líquido podrido apesta, hiede, es venenos a simple vista.El mismo fenómeno se da en una sociedad herméticamente cerrada como la nuestra, en donde se impide el flujo de ideas refrescantes, se castiga a los críticos, se censura a los creadores, se encarcela a los opositores y se arraiga el autoritarismo para propiciar la putrefacción del cuerpo social y político. Al asfixiar la libertad, negar el progreso y la evolución democrática, el gobierno de unos cuantos, los mismo de siempre, se solaza en una corrupción tan escandalosa como impune, sólo para desarrollar un cáncer generalizado que terminará por devorar al país hasta dejarlo en los huesos.

"México ante Dios"
-Francisco Martín Moreno

Este extracto me trae a la memoria un día común viviendo en este país, a pesar de que existe una carta magna que abarca al menos las garantías individuales entre ellas la libertad de expresión existe siempre una ley mordaza tan sutil como es el dinero o la infamia producida gracias a los medios de comunicación. La lectura pone como fin del cáncer social cuando el país esté en los huesos, pero según se vislumbra este mal mantiene con vida para crear una falsa esperanza de sobrevivencia.

0 Fisgones morbosones: