26 de septiembre de 2011

Bitácora de viaje

Para tener algo que hacer el sábado se me ocurrió ir a Estados Unidos y estrenar mi visa así que el primer lugar gringo en recibirme fue Arizona el Estado donde parecer ilegal (con todas las interpretaciones que haya) es motivo de detención por parte de la policía según dicen pero tendrían que llevarnos a todos los morenos. A primera vista no notas un cambio pues la cantidad de mexicanos o de ascendencia mexicana es predominante, el idioma, la comida, la ropa, etc. creo que te llegas a olvidar de dónde estás si no fuese por los letreros o alguna bandera estadounidense hasta creo que hablan más inglés en sitios como Chiapas, donde los mexicanos nos olvidamos de nuestras raíces y los extranjeros quieren comprar la cultura.

A falta de carro, utilicé el transporte público y sin más pagué un viaje a Tucson pues es de las ciudades más grandes que quedan cerca de la frontera, no tenía un lugar específico así que me dijeron que lo mejor era ir al Tucson Mall que si por mi fuera elegiría cualquier otro sitio más tranquilo pero iba con mi compañero que quería ir de shopping algo un tanto arriesgado tomando en cuenta que estos días el dólar ha subido hasta los $14, eso de ir de compras no digo que no me guste sino que me parece algo
demodé pues aunque hay tiendas lindas creo que ya no es como antes que para conseguir cosas a buen precio o de buena calidad tenías que ir o que te las trajeran del otro lado. En fin, no era tampoco mi interés quitarle la ilusión de fayuquear al compañero (cabe decir que él es chilango y creo que puede conseguir lo mismo allá que en Tucson, si hablamos de ropa hay plazas como Antara o Santa Fe que no le piden nada) inclusive me hizo acordarme que hace no más de 15 años en Torreón no había sitios de franquicias y lo de moda tenías que conseguirlo en la "Pulga" .

Después de un rato de recorrer el mall me senté afuera para esperar el transporte que me llevaría de regreso a la línea y de ahí a la realidad que aunque se lea algo pesimista las comparaciones con el vecino son inmediatas y nunca he creído que los gringos sean el enemigo a vencer o los malos de la película -ya hablando en términos más hollywoodezcos- tampoco los exculpo de sus políticas intervencionistas, algunos critican que los americanos se roban todo hasta el proclamar América sólo para ellos (aunque el nombre de este país sea precisamente América), puede ser pretencioso pero no es acaso también creer que este país es el único causante de todos nuestros males.

No quiero ponerme a debatir con las políticas, me quedaré mejor con la idea de las hermosas montañas y los atardeceres de Arizona. Espero ir pronto con más calma y con carro para poder perderme a gusto.



Museo de no-sé-qué


Montañas everywhere


Vista desde el Tucson Mall


Mala foto pero iba ya en la carretera




3 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Dejando de lado la ropa y los artículos de novedad, ¿qué comida chatarra de los mercados te dió por llevarte de contrabando? Mi debilidad siempre han sido los dulces Wonka, distintas variedades de Cheetos inexistentes aún en el país y muchas golosinas para el recibidor en la sala.

El Rulfiano dijo...

Es frecuente verme asaltado por el pensamiento de que, aunque los gringos se quedaron con una gran parte del territorio mexicano, muchísimos mexicanos y latinoamericanos en general han reclamado ese territorio inundando con su visita permanente y su arduo trabajo todas esas tierras como Arizona, Texas, California y demás.
Es increible que una simple frontera separe al primer mundo del tercero.
Un beso y un abrazo.

Aseret dijo...

*José Eduardo: hace mucho que no soy de comer golosinas, hay dulcerías grandes pero ni eché un vistazo jeje.

*Rulfiano: Irónicamente los mexicanos se comportan mejor como "invasores" que en su propio territorio.