11 de mayo de 2011

Efectos

Este día comenzaba como cualquier otro, me vestía para empezar a trabajar y me di cuenta que mi pantalón me quedaba justo, he notado que últimamente he subido de peso y no sé porqué me afectó tanto verme casi deforme en el espejo, me desmoralicé y casi preferí quedarme encerrada en casa. Así pues, andando en la calle cualquier mujer me parecía mejor que yo hasta la más desparpajada la sentía encima de mí.



Sé que esto no es el fin del mundo, pero de repente cualquier motivo me causa un efecto tan negativo en mi mente que no puedo dejarlo pasar. Hoy fue el hecho de sentirme abandonada por mí misma, la disciplina que antes tenía la dejé de lado y me reprochaba las horas que he pasado en el coche comiendo mientras los kilómetros trancurren.


Creo que muchas de las veces que recurrí a la comida fue para compensar aspectos negativos, la soledad en ocasiones me abruma y aunque me habitúe a vivir lejos de los que quiero no deja de afectarme. Los días se vuelven eternos cuando amanece a las 5 de la mañana...


3 Fisgones morbosones:

Anónimo dijo...

En la soledad nadie nos puede reprochar el comer de más. Sería bueno comer frente al espejo para que sí nos reproche el de enfrente.

VioletaJacaranda dijo...

Me compré un pantalón blanco hace unos meses, y me quedó grande. Lo llevé con un sastre a que me lo ajustara, y me dijo que no se podía por el tipo de costuras que tenía en los lados. Hoy no tenía nada qué ponerme y se me ocurrió ver qué tal me iba con ese pantalón blanco... lo malo del caso es que me quedó casi perfecto. Sé cómo te sientes.

Aseret dijo...

A veces el comensal de enfrente no es la mejor compañía...

Gracias x los comentarios!!