12 de octubre de 2010

Tu piel en mi boca

Hoy he despertado con tu piel en mi boca, tu piel de cariátide y esfinge, de emigrante y profeta, de virgen y luciérnaga. He entreabierto los ojos y la luz me ha dejado ver el cuarto, lleno de revistas y trastos viejos que se apilan esperando una oportunidad que nunca llegará. Pero los consiento y los dejo, tú sabes que no los puedo tirar; eso no se hace con los amigos.

Renuncio a la luz, renuncio al mundo, al dinero y a los Marlboro; sólo me quedo con tu piel.

Llegando, te quedaste, llenándome. Así. Pero eso no pasa siempre, y lo lamento. Por eso te lo digo aquí. Porque quiero volver al sueño y ver fresas por todos lados, y oír cantar al bosque, aunque desafine, y sentir tu piel en mi boca, tu piel de cariátide y esfinge, de emigrante y profeta, de virgen y luciérnaga.

"Tu piel en mi boca" - Franciso José Amparán


Mientras me encontraba prendida a la vieja almohada, tomaste prestadas estas palabras y las susurraste como si fuese un cuento de hadas para despertarme.

No importa si no vienes conmigo, yo te voy a llevar siempre en mí.




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