30 de agosto de 2010

Invaluable


Nuestra indiferencia ante la muerte es la otra cara de nuestra indiferencia ante la vida. Matamos porque la vida, la nuestra y la ajena, carece de valor.

Y es natural que así ocurra: vida y muerte son inseparables y cada vez que la primera pierde significación, la segunda se vuelve intranscendente.

La muerte mexicana es el espejo de la vida de los mexicanos. Ante ambas el mexicano se cierra, las ignora.

"Todos Santos, Día de Muertos"- Octavio Paz
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En este sentido, empiezo a reconocer por qué somos el pais más despreocupado, pues no tenemos nada que perder. Las epidemias actuales son un refriadito para quienes sólo buscamos apaciguar la furia que tenemos hacia nosotros mismos.

3 Fisgones morbosones:

Anónimo dijo...

Para inventar las fantasías de la muerte se necesita de la vida. Para inventar las fantasías de la vida se necesita el sexo. Hablar mucho de la muerte, a menos del tipo que no trata de evitarla es mucho desperdicio de vida. México gasta mucho tiempo pensando en el más allá y el más acá lo traemos muy jodido.

El Rulfiano dijo...

Me exaspera ver cómo parecemos borregos ante las desgracias que padecemos cómo país: el narcotráfico, las ejecuciones y balaceras diarias, la economía -aliada fiel al desempleo- que no repunta sin importar lo que diga Calderón, los desastres naturales que tienen a raya a ciertas partes de México y , en fin, la estúpida indiferencia que nos tiene paralizados o corriendo para resguardarnos del peligro, según convenga. Todo esto no nos va a llevar a un buen término.
Un beso y un abrazo.

TeReSa dijo...

Anónimo: La vida es una fantasía que culmina en la muerte, si es que ésta existe. No estaremos aquí para comprobar la propia.

Rulfiano: Todo tiende al caos, segun dicen los entendidos.

Un beso y un abrazo, tbn para ti.