28 de abril de 2010

Fetiches



Todavía está por escribirse el daño que muchos de nosotros, sobre todo los conservadores y la jerarquía eclesiástica, le hemos hecho a México.

Un país que, como observa Pérez-Reverte, se equivocó de Dios y se aferró a una concepción sufriente, limosnera y dadivosa de la divinidad, postergó su felicidad para la otra vida y se resignó a una existencia de docilidad, mansedumbre, aguante, refunfuño y Dios dirá y Dios mediante y Dios quiera y cuando Dios amanezca.

-"Yo soy de aquí" - Germán Dehesa
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4 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Siempre me pareció morbido y obsceno el arte sacro de muchas Iglesias...es raro ver algo que exalte vitalidad y fuerza cuando todo lo que predomina es el afán del pueblo por recordarse una y otra vez que son miserables como sus cristos medio muertos y sus madres santas enlutadas

TeReSa dijo...

Perfecta tu interpretación de las fotos, soy una morbosa y me encanta entrar a las iglesias.

El Rulfiano dijo...

Sorprendente, simplemente sorprendente, cómo los españoles conquistaron no solo a nuestro pueblo, sino también nuestra voluntad, nuestra autoestima y nuestro afán de crecimiento. De eso hace más de quinientos años, y contando.
Un beso y un abrazo.

TeReSa dijo...

Tal vez al principio, pero qué no tenemos 200 años de ser libres y soberanos??

Los españoles sólo fueron el vehículo transmisor de la enfermedad.