3 de julio de 2009

Los monstruos y yo


No puedo negar mi gusto por los textos de Truman Capote, siento una afinidad en su inseguridad que protegía con su agilidad mental y una inteligencia aguda, las proporciones están debidamente tomadas. Él mismo decía que "el mundo es cruel con las cosas pequeñas; por ello deben ser de un material duro" y de esa manera me he ido formando para no terminar aplastada. Uno de los libros que más disfruto de Capote es "Plegaria atendidas" y casi al inicio hay unos renglones de que dicen: Si pudiese hacer lo que quisiera, me iría al centro de la Tierra, nuestro planeta, y buscaría uranio, rubíes y oro. Intentaría encontrar Monstruos Perfectos. Después me iría a vivir al campo. Florie Rotondo, ocho años".

En inglés se lee como Unspoiled Monsters (Monstruos no echados a perder), me venía a la mente a que se refería con ello si la naturaleza de los monstruos es ser malignos/echados a perder, no merecen la redención y arrastran con ellos a quienes se les acercan además son peligrosos puesto que son difíciles de distinguir.

Queriendo entender mejor la frase busqué en el diccionario la definición más objetiva de la palabra -mas no el ser-:

MONSTRUO: n.m. Ser vivo que posee caracteres morfológicos muy distintos a los habituales de su especie. 2. Ser fantástico, extraño y desproporcionado. 3. Fig. Persona o cosa de una fealdad o dimensión extraordinarias. 4. Fig. Persona muy cruel o perversa. 5. Fam. Prodigioso, extraordinario. 6. Fam. Dícese de la persona extraordinariamente dotada para una determinada actividad.(Diccionario Pequeño Larousse Ilustrado - 2002)

Así pues, noté que la descripción objetiva y la subjetiva se parecían y di por hecho que no se podían encontrar Monstruos Perfectos. No debí apresurarme, faltaba ese viaje en metro con GGG para ampliar un poco mi opinión. Los ángeles también son monstruos, si te das cuenta, me dijo. No viven precisamente en el cielo, sino en la Tierra. Se esconden en su solitaria sabiduría.

...eso —dijo— es lo único que
ninguno de nosotros podremos ser nunca, personas adultas. A menos que entienda
usted por adulto un alma envuelta en el sayal y las cenizas de la sabiduría
solitaria. Libre de malignidades, envidia, malicia, codicia y
culpabilidad.
Hace unos meses, creí que ya no había más que decir, pero sigo bajando al centro de la tierra.

5 Fisgones morbosones:

Anónimo dijo...

Yo creo que un monstruo es una imagen con apreciables deformidades. Para un niño (por ingenuo) su abuelo es un monstruo, lleno de pelos, arrugas y olores acres y para un nazi (por ignorante) un aborigen australiano también le parecerá monstruoso. La ignorancia (lo que provoca tantos problemas como la maldad) les permite apreciar sólo los fenotipos los que permiten la variedad evolutiva sin saber que los genotipos que compartimos son prácticamente iguales.

Luego, como muchos monstruitos no son del todo malos, entonces se tuvieron que inventar los enormes -para que pudieran aplastar gente buena y justificar así su repudio- y el tamaño pasó a ser parte del término. Así, hay monstruos del pop, del tenis, del ajedrez, etcétera porque su estatura metafórica sería eso que vence a todos los demás.

La mayoría de los hombres no le hacemos el feo a monstruosidades femeninas tales como pechos y nalgas y algunas féminas/gays también preferirán miembros varoniles monstruosos tal como los golosos buscan monstruosas bolsas de papas, pasteles y cocas.

El Rulfiano dijo...

No estoy de acuerdo en que un ángel entra en la definición de monstruo; consulté la palabra "monstruo" en la vigésima segunda edición del Diccionario de la Real Academia Española, y dice lo siguiente:
monstruo.

(Del lat. monstrum, con infl. de monstruoso).


1. m. Producción contra el orden regular de la naturaleza.

2. m. Ser fantástico que causa espanto.

3. m. Cosa excesivamente grande o extraordinaria en cualquier línea.

4. m. Persona o cosa muy fea.

5. m. Persona muy cruel y perversa.

6. m. coloq. Persona de extraordinarias cualidades para desempeñar una actividad determinada.

7. m. Versos sin sentido que el maestro compositor escribe para indicar al libretista dónde ha de colocar el acento en los cantables.

Con esto, creo que si hay una gran diferencia de un monstruo con un ángel en su definición.
Saludos.

Anónimo dijo...

Y dale con los maricones

"uranio, rubíes y oro. Intentaría encontrar Monstruos Perfectos. Después me iría a vivir al campo. Florie Rotondo, ocho años".

Fragmento 100% maricón.

El Rulfiano dijo...

De hecho Truman Capote era homosexual, aunque eso le quita nada de su gran calidad literaria

TeReSa dijo...

Es que este blog es gay friendly. Baboso anónimo.