11 de julio de 2009

Antes de cerrar

A modo de diario pa' no olvidar, al menos uno que otro detalle de esto que empecé y terminaré si no con mi escudo pues entonces sobre mi escudo, como los guerreros de Grecia.

Me siento a gusto a pesar de las clásicas desaveniencias al compartir tanto tiempo con las personas y de diferentes partes del país, no sé si buscamos lo mismo pero ahora estamos en lo mismo. Quisiera explayarme más sobre todo esto pero no sé puede si es que quiero hacer las cosas bien. Los días son cansados pero al menos sé que este tipo de trabajo te hace una sacudida mental y física que te deja esperando los análgesicos pues es muy rápido todo.

Puedo decir que la vida es un asunto tan pleno que no le alcanzo a ver todas sus aristas pero con lo que he vivido en esta sola semana siento que han valido todas y cada una de las cosas pinches que me han pasado. No creo en el destino sino que en las decisiones terminé aquí cuando nunca me pasó por la mente experiencias como esta, bueno sólo cuando era niña... Sigo con mi inocencia quisiera seguir con ella aunque a diario alguien mate un ruiseñor.

Necesito descanso físico mi mente quiere más pero hay que racionar las emociones para que no venzan a las razones.


En mi incredulidad de pseudo madurez pensé que este mundo no tenía remedio pero de cualquier forma seguí teniendo esperanza en la gente, creo en la bondad -a pesar de donde estoy-. Nunca le había aplaudido a alguien de pie por convicción, ayer lo hice para el profesor Raúl Serrato. "Nunca lambiscón o puto".

3 Fisgones morbosones:

El Rulfiano dijo...

Teresa, que bueno que sigues escribiendo en tu blog, aunque me he dado cuenta que más retirado; pero no importa, lo importante es escribir, y poder leerte. Ojalá no dejes crear comentarios.
Te extraño bastante, extraño a mi lectora principal.
Un beso y un abrazo.

Eduardo Cabreado dijo...

Los pequeños detalles del curso natural de la vida.

Saludos desde aquì, Teresa.

TeReSa dijo...

Rulfiano: Sentí que tenía que pasar por aquí, me regresa un poco a mi mundo. Gracias por extrañarme. Un beso.


José Eduardo: Esta vida no tiene pequeños detalles, sino detallotes que no nos caben en la vista.