11 de junio de 2009

Retratos


A veces veo fotos de lugares increíbles, palacios, castillos, jardines, gente hermosa. Todo parece digno de recordarse y compartir pues no importa desde que ángulo sea tomada la foto saldrá bien porque todo empezó bien. Tengo el pasatiempo de tomar fotos pero vivo en una ciudad al norte del país más surrealista por darle términos artísticos, en lenguaje común es que hay miseria por todas partes. Desde mi perpespectiva es que no siempre se pueden tomar fotos bonitas al estilo calendario de lo que todo mundo quiere ver y estar ahí. Por el contrario, lo cotidiano de esta ciudad es lo que nos gustaría ocultar y lo ignoramos. Pero aquí estamos y somos parte de la fotografía.

Aunque también me llama la atención que haya personas que se te queden viendo cuando tomas una fotografía en el centro de la ciudad, de un perro sarnoso, del viejo vagabundo o del edificio en ruinas así su mirada incrédula -al igual que una foto- lo dice todo. "Vale la pena recordar o capturar el momento más bajo de algo/alguien?" Tal vez eso de andar haciéndole al curioso sea sólo para aquellas personas que salen de su país de fotografía de calendario pues aquí tenemos esa sórdidez de manera dinámica pero sin mucho cambio. Todo un cuadro.




* La foto de ilustración la tomé en un terreno baldío lleno de basura.


3 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Interesante contraste

Anónimo dijo...

También sucede que el fotógrafo ha estado inmerso mucho tiempo con el objeto que luego va a recoger. Entonces, él/ella cree que el objeto no es digno de aprecio, pues lo considera demasiado cotidiano. Pero esas imágenes por muy triviales que nos parezcan podrán ser oasis en otros desiertos. Supongo que un esquimal ha de ver de forma muy distinta nuestra cotidianidad, y él nos puede alcanzar rápidamente vía web.

TeReSa dijo...

Si, existe ese contraste entre el basural humano y un bello atardecer, sólo que se engaña un poco al ojo cuando las sombras cubren lo desagradable.


Yorch: Pues no sé que sientan las personas que vivan en los lugares para los demás sean de ensueño.

(Tiempo sin verte, Yorch, gracias x la visita)