6 de febrero de 2009

La cita

Reviso mi cartera y veo su tarjeta, elegante y sencilla. Necesito verlo.
.
.
Toco la puerta suavemente y tiro del picaporte, él me recibe con seriedad pero siempre amable. Con sus años de experiencia sabe que estoy nerviosa, me invita a sentarme en las suaves sillas que amueblan la pulcra estancia. Al fin, sonrío levemente y él corresponde para hacerme sentir su empatía. La madurez de su edad se revela porque usa anteojos y algunas arrugas cruzan su frente, pero son sus manos y su mente la mejor herramienta. Se va disipando mi nerviosismo inicial cuando me doy cuenta de que debo terminar este asunto, llegó el día de la cita tan esperada.
.
.
Hablamos un poco, no es tan tajante sino que quiere saber qué es lo que me pasa. Él sabe de dolor, ha vivido lo suficiente y en parte me reconforta. Pasamos a la siguiente pieza, a media luz y él enciende una lámpara. Conservando un poco mi pudor, me coloco detrás de un biombo para quitarme la ropa y me coloco donde me indica. siento su mano en mi cuerpo y oigo sus palabras pero no entiendo lo que me dice, sólo atino a decir que Sí con la cabeza. Los minutos se alargan mientras él se desempeña con eficiencia hasta que todo termina... al fin. Se retira del cuarto y coloco rápidamente mi ropa como si quisiera borrar ese momento de vulnerabilidad y retomar mi vida normal cuanto antes.
.
.
Mientras escribe algo en su escritorio, me doy cuenta que a veces la juventud no crea tanta confianza como al estar con alguien con madurez y experiencia, como si por el hecho de ver algunas canas reforzara la creencia de que algunas cosas mejoran con los años.
.
.
Se vuelve hacia mí, me entrega el papel y hace algunas observaciones. Me pide que vuelva en otra ocasión. Otra cita. Me despido rápidamente y bajo por el elevador.
.
.
.
.
.
.
.
.
Así fue mi cita con el Proctólogo.

3 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

A partir de la parte del biombo la cosa me pareció examen médico :P

¡Buen fin de semana!

TeReSa dijo...

Brillante deducción, no deberías malgastarla aquí con tantos crímenes sin resolver...anda, ve, ve!


Jejeje...

Vartan dijo...

Me provoca ideas encontradas leerle: la primera vez que lo leí ya para cuando mencionaba cita intuía que se refería a un médico, pero pensé que era ginécologo.
Ahora que ya le tomé distancia al texto,leo mas pausadamente y creo que su intención, mas que crónica de los hechos, se remite a un juego de significados posibles que pueden leerse de otra manera.

Buen texto...