3 de febrero de 2009

Balance


Todos tememos a varias cosas, inclusive hasta desencadenar alguna fobia, inclusive en estos días el terror colectivo viene a ser gordo/a porque además de acortar el tiempo de vida o morir de una manera poca atractiva existe el temor latente en cada día: que no nos quede la ropa, que la celulitis se nos note, que las estrías acaben con el abdomen.

Cuando alguien está delgado le teme a la gordura, y cuando uno está gordo a ¿qué le teme?. Principalmente, a estar solo por no encontrar alguien que sí vea el fondo de la persona o al menos que pase por alto la gordura, que considero que eso es algo diferente.

Por lo mismo, aun siento una incredulidad (cuando por X o Y motivos perdí peso) y he notado que precisamente personas que no conozco ni me conocen hacen cualquier tipo de acercamiento para que los note, el clásico comentario de "te ves muy bien/mejor" aunque siempre he tenido el mismo estilo para vestir, una vecina llegó a comentar que debería aprovechar para vestirme más acorde a mi nueva figura porque tengo de todo...me sentí un puerco o pollo con eso de poner en venta la carne.

Aun no asimilo eso de dejar a un lado la etiqueta de gorda/rellenita/rolliza/etc. Si bien sigo pasada de peso, he considerado que parte de mi forma de ser proviene de mi alejamiento de las personas y bien sé que la gordura muchas veces es causada por problemas de autoestima, me cuesta pensar que me aleje para evitar ser juzgada, como si perdiendo peso me volviera la reina del baile...no, eso sólo pasa en las películas.

¿Puede ser que haya encontrado una nueva confianza en mí misma? ¿Cambié de adentro hacia afuera o viceversa? ¿Puede nivelarse la aguja de la balanza con el peso de ser la misma pero ya no ser lo mismo?


*Imagen de Patricia Hernández




8 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

En las subidas y bajadas de peso (más altas que bajas ¬¬) yo llegué a la conclusión que afortunada o desgraciadamente en realidad es sólo un mecanismo que pone en evidencia cuánto podemos ser influenciados por nuestro medio...te felicitan por bajar de peso y te cae el veinte que sí te importa que te vean con buenos ojos, más que cuando a uno lo critican...

Anónimo dijo...

El problema de la obesidad es complejo. Para mí no es tan fácil , como decía roquentin, de que se debe simplemente a que NO nos queremos en todos los casos. La bioquímica de nuestro cuerpo evolucionante y confortado con tecnología sufre más y más variantes para distraer al más atento estudioso del tema. Casi casi es como un fenómeno metereológico o económico: muchas variables, resultado quasi-caótico.

La percepción de la gordura es otra cosa. Las nalgonas pintadas por Rubens no eran del todo despreciadas en aquellas épocas. Luego los científicos erradicaron muchas enfermedades básicas, y tomó los primeros lugares, las fallas del corazón. Estudiando objetivamente el asunto se llegó a la conclusión que la ingesta "excesiva" de calorías provocaba muchos de los infartos. Entonces durante los 70's se puso de moda el estar delgado para vivir más en el mundo de hippies y vietnam... yeah!

Quizás otra cosa motivante para estar delgado, es el añejo asunto humano de preferir preñar bultos jóvenes, pa' que los hijos sean cuidados por hembras jóvenes y aguantadoras. Es decir, si eres delgada, tienes grandes ojos, si no tienes vello axilar ni púbico, si tus mejillas son rojas y si no tienes canas, entonces pareceras una-niña y el ansia sexual hacia tí será tan fuerte que recibirás como pago la felicidad de estar satisfecha por ser deseada como blanco de unos espermatozoides atolondrados. Valdría la pena? Sí, dicen muchas, porque ADEMÁS las mujeres se arreglan para las mujeres! Causar envidia también trae felicidad a la vida! (?).

Las antiguas feromonas evolucionadas fueron sustituidas por caros perfumes artesanales y técnicos para desalentar aún menos al galán que se te acerque y que pudiera llegar a desmayarse por tus olores naturales. Na! uno lo que quiere es desmallar las trabas de las muchachas a final de cuentas... Entonces explotó la "carrera armamentista" de las modas y de lo correcto e incorrecto: tintes, rastrillos, make-up, ropa, yougurts, spas, etc.

El mucho placer de degustar (olores y sabores) nos abulta las carnes. Si la adicción esa es aceptada como buena razón para explicar la felicidad de vivir por aquí, entonces unas buenas caminatas a buen paso, pueden paliar y pagar por algo de esos gustos. Comer, caminar y aceptar las sintonizaciones de tu complejo cuerpo es divertido.

Paola dijo...

paso a agradecer (muy, muy tarde) tu visita a mi blog.

Me encantó, y terminé enamoradísima del monito en 'tus comentarios alimentan mi blog'

volveré.

no es una promesa, sino una advertencia

TeReSa dijo...

José Eduardo: En efecto, sí...los halagos actuan de cierta forma como los alimentos: aliviar el peso de no saber apreciarnos.

Yorch: Ahh, sí...recuerdo los comentarios de roquentin. Pues siguiendo las tendencias de ser la chica cosmo...a fin de cuentas, vale la pena?

Pandora: Gracias por la advertencia...

Vartan dijo...

Acuerdese: un pie adentro y un pie afuera.

salu2.

Anónimo dijo...

Ok, y las respuestas; en fin, levedad y peso,; ¿donde abré leído esa parte? Adoro tu existencialismo, me atrevo a sugerirte sin invitación que leas (o si ya lo leíste una vez más) "La insoportable levedad del ser" en su defecto si no hay mucho tiempo busca la peli. De cualquier modo es un buen argumento que puede abarcar parte de tus preocupaciones. saludos y un gran abrazo

Anónimo dijo...

Yo vomito. Es una clase de bulimia menos temida, vomito los prejuicios y las formas en el mundo.

;)

Anónimo dijo...

perdón por la repetición, es que la page no me indicaba que estaba procesando