28 de septiembre de 2008

Sangre


La maté con mi propia mano mientras ella reposaba tan absorta y satisfacha que no creo que haya tenido tiempo reaccionar. Limpié la sangre de mi mano, bastó un papel tisú para ello, me repugna la sangre y aun así no tomé ninguna precaución al matarla sólo sabía que tenía que acabar con ella, tan insignificante como molesta...todos los de su especie son así, tal vez no quieren hacer daño pero esa es su naturales: vivir a costa de otros.

No se puede luchar en contra de lo que uno es, sólo te dejas llevar por el instinto; si reniegas te mueres de hambre.
Envidié por un segundo la simpleza de su vida, por eso creí que su muerte a nadie afectaría, pero me afectó y ahora estoy revolviendo palabras sobre la vida y la muerte...y todo por aplastar un mosquito.

2 Fisgones morbosones:

Eduardo Cabreado dijo...

Me recordaste a un forward de esas mismas ondas sobre mosquitos, pero la cosa era sexosa .__.
Muy original.

¡Saludos!

TeReSa dijo...

Esa era la idea. ;)